Solemne en tus manos
la ración de lo que
perdí anoche en la insana relación
compuesta de vidriosas carcajadas
de suicidios, de otoñales porciones
de calor, y solsticios intravenosos
que caminan en sus zapatos perdidos
como si la patria a nuevos neohumanos
de protocultura tuviera guerras de cuadros
sin marco
que reventó como aquel jazmín,
cerca de tus vientres oculares.
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